Oh ciudad cuna de nuestros ancestros muiscas
Hasta que con los conquistadores, la llamada civilización llega
aprovechando temor e ingenuidad, con un espejo los engañan
Así riquezas, cultura y creencias les arrebatan
Los espejos eran como algo sobrenatural
Al igual que llego el hielo a Macondo
Imaginaban un dios que los estaría mirando
Y de esto el español se burla…
Pero hoy te admiro mi Bogotá grandiosa
eres la Capital más hermosa
que en los Andes brillas cual blanca estrella
Iluminando nuestro porvenir
A veces tras la bruma retraída te ocultas
a todo foráneo acoges sin recelo
y a pesar de todo sigues siendo única
por tu generosidad siempre te destacas.
Al recorrer tus majestuosas calles
No permito que mi paz se turbe
aunque algunas enmarañadas
no dejare de amar mi preciosa urbe.
Imponente diosa soberana
Tus veinte localidades hermosas
Inspiración de artistas y poetas
Por la cultura que de ellas emana
Millones de habitantes disfrutan del paisaje
Ostentosos parques y atracciones
Campos deportivos, hermosos cerros
Monserrate y Guadalupe allá en la cima
Bogotá centro de cultura hace cinco siglos
un seis de agosto fundada
de universidades, centros culturales y
Bibliotecas adornada.
Oh Bogotá y tu gastronomía provocadora
Oh tu ajiaco bogotano
Oh tu tamal con chocolate
Oh tus postres tentadores
Nunca acabaría de nombrar todo lo que brindas
Porque todo lo posees, lo que no tienes no existe
Nuca dejare de amarte oh Bogotá prodigiosa
El que aquí llega jamás puede dejarte.
María Alejandra Lozada
Grado octavo j.m.
