Diálogo de saberes

EDUCACIÓN PARA JÓVENES Y ADULTOS

Los enfoques educativos y la manera de entender el valor de los contextos educativos en la formación de jóvenes y adultos constituyen un reto hoy debido a que es fundamental el desarrollo de un enfoque crítico y transformador que parta de la realidad de estos sujetos, de su experiencia y su cultura. La educación  asumida como un aprendizaje a lo largo de la vida; una educación ciudadana basada en la defensa y promoción de los derechos humanos económicos, políticos, sociales, culturales y ambientales, para que sean los mismos sujetos quienes se involucren y aporten al cambio personal, a la transformación social y al cuidado de la vida.

Es innegable la crisis por la que atraviesa la sociedad de orden económico, político, social y ambiental que generan cada día una brecha más grande entre las clases privilegiadas y las que no lo son tanto, vulnerando las conquistas logradas en las luchas de emancipación. Asimismo, se atraviesa una “crisis” de valores, ya que el mercado, la competencia y el uso indiscriminado de recursos naturales, la corrupción en todos los ámbitos rigen la vida y no así la justicia, la dignidad, la solidaridad y el bien común, que son la base de la sociedad.

Esto tiene que ver también con la crisis educativa que afrontamos en la actualidad, recortes presupuestales, políticas privatizadoras, inequidad, falta de calidad y sobre todo el nivel pedagógico que se trabaja y que aún persiste es el tradicional sin tener en cuenta la edad y el contexto familiar y social y por ello se vienen afectando el derecho de estos sujetos a ser educados de acuerdo a sus contextos, cultura, edad y necesidades. Los jóvenes y adultos son la población que más ha tenido dificultades en este sentido y por ello es importante preguntarnos acerca de qué sentidos, qué perspectivas de vida y de educación son fundamentales para aprender a vivir mejor, con mayor calidad, con más solidaridad y más equidad.

Es importante abrir espacios para la realización del derecho a la educación en tres dimensiones: la educación como un derecho social; la educación para los derechos humanos como eje transversal y la educación que considere a las personas como sujetos de derecho

En relación a la educación de adultos, es innegable el abandono en que se encuentra esta modalidad de educación por las administraciones locales y nacionales, se trata de una oferta educativa que solamente pretende  compensar deudas históricas en materia educativa con población que por diversas circunstancias de orden social se han visto en la necesidad de abandonar procesos educativos regulares, de acuerdo a esto no se trata de compensarlos de manera más resumida a través de un plan de estudios o unos contenidos programáticos, sino de restablecerles un derecho en calidad y plenitud lo que implica mejorar la atención en el plano no solamente docente, sino administrativo y de recursos.

 

COMO APRENDEN LOS ADULTOS, COMO APRENDEN LOS JÓVENES

FUNDAMENTOS ADULTOS JÓVENES
Conceptos que nuclean el quehacer educativo: Relación estudiante – maestro, concepciones de los saberes de los estudiantes, aprendizaje y emociones, aprendizaje y relaciones sociales, necesidades principales de los estudiantes, concepciones y visiones del porqué del aprendizaje) El maestro como mediador y facilitador del conocimiento.

Didáctica más flexible, si se quiere más elemental, menos compleja, más pausada, que integre más elementos de lo cotidiano. Lo anterior por cuanto las etapas de desarrollo humano son más heterogéneas en los adultos que en los jóvenes lo cual está determinado por las diferencias de edad.

Emocionalidad más madura, mayor conocimiento de la vida, más consistentes frente a la capacidad para decidir.

Sus relaciones sociales más definidas, estas transcurren más en la vida laboral que en la vida escolar.

Está más interesado en abandonar pronto su vida escolar, pues su vida cotidiana es más intensa y exigente. Sus proyectos están más definidos aunque no sean muy ambiciosos.

Estudiar tiene un sentido ya sea hacer cosas más productivas, se lo exige la vida, la dinámica laboral, la familia.

Sus necesidades personales están más claras y definidas por tanto la “angustia” de estudiar.

El maestro como mediador y facilitador del conocimiento.

Didáctica con cierto grado de mayor complejidad, menos elemental y más cercana a los conceptos científicos lo que implica aislarse un poco de lo cotidiano.

Las etapas de desarrollo humano son más homogéneas.

Dimensiones humanas en formación, emocionalidad más frágil, más dudas, mayor dificultad para decidir.

Sus relaciones sociales transcurren más en la vida escolar.

No le angustia terminar pronto sus estudios, su proyecto de vida es más lejano en el tiempo y hay un amplio abanico de posibilidades.

Se asiste a la escuela más respondiendo al interés de la familia que al suyo propio, corresponde a la escuela y familia ayudarle a consolidar un proyecto de vida.

 

 

 

 

 

ENFOQUES ADULTOS JÓVENES
Derechos Humanos, Cátedra Mercedaria, Cátedra de paz, Género, Medio Ambiente, Interculturalidad, diálogo de saberes ¿Cuáles elementos podríamos tomar de dichos enfoques y por qué serían éstos importantes?) La intensidad horaria obliga a agrupar el conocimiento en campos, en desarrollo y fortalecimiento de habilidades y competencias.

La formación en Derechos Humanos es clave pues su condición de adultos si bien los expone más a la vulneración, ellos deben contar con la capacidad para defenderlos de manera más autónoma. El quehacer docente debe estar permeado por el respeto, garantía y protección de los Derechos en un país con fuertes falencias en materia de Derechos Humanos.

Recibe igual o más información que los jóvenes a través de las redes sociales y demás medios, pero su condición de adulto le podría facilitar más su capacidad de discernimiento y valoración crítica de lo que ve y oye.

Es necesario desde la escuela ponerlo a conversar sobre la problemática medio ambiental no tanto desde la perspectiva de la enseñanza tradicional sino desde el diálogo con sus congéneres y grupos de pares.

Se puede trabajar por áreas, asignaturas, proyectos dada la mayor intensidad horaria,

La formación en Derechos Humanos se debe integrar a todas las áreas desde la correlación derecho deber, pues son más propensos a interpretar el cumplimiento de la norma desde su egolatría e intereses personales que desde el espectro jurídico que la sustenta. La defensa de sus derechos está más en manos del adulto que los representa, el adulto decide por él.

No es claro el género, el joven de esta generación hace parte de un universo muy distinto al de los adultos, está más “informado”, o si se quiere “más mal informado”, eso incide notablemente en sus procesos de aprendizaje tanto escolares como de aprendizajes para desenvolverse en el campo de la vida.  Tiende a ser homo flexible en sus relaciones afectivas, no tiene tendencia a la construcción de relaciones que le exijan grandes compromisos.

METODOLOGÍA ADULTOS JÓVENES
(Cómo organizar los procesos de formación en el aula, bajo cuáles posibles pasos se puede exponer la metodología. El trabajo en grupo para facilitar el aprendizaje, y la construcción del juicio crítico, la lectura en aula ya sea de tipo textual y contextual, el ejercicio de la lectura silenciosa y luego en voz alta ayuda a mejorar estos procesos, más trabajo en aula y menos trabajo extra clase. Las operaciones de tipo mental se pueden trabajar a través del cuadro comparativo. El mapa mental, el resumen, la idea principal la identificación, la clasificación, la codificación y decodificación, entre otras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El trabajo en grupo para forjar la capacidad del compromiso y el trabajo cooperativo, lectura intertextual que permita fortalecer procesos mentales como la capacidad de síntesis, análisis, comparación, diferenciación, abstracción, otras operaciones mentales. El mapa mental y conceptual, la abstracción, la identificación, la clasificación, la codificación, decodificación, la proyección de relaciones virtuales, la inferencia lógica, el razonamiento analógico, hipotético, transitivo, silogístico, el pensamiento divergente y convergente, la conceptualización y  algunos elementos de la pedagogía conceptual ayudan a forjar capacidades de análisis y síntesis y a desarrollar el pensamiento complejo.

Por: Carlos Ortiz Medina – Coordinador

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